domingo, 6 de noviembre de 2011

¿Ya superamos la discriminación por preferencias sexuales en México?



Algunas autoridades y organismos, omitiremos nombres para no perjudicar a terceros, han expresado abiertamente y algunas veces ante medios masivos de comunicación, el hecho de que la discriminación por preferencias sexuales distintas a las heterosexuales se ha superado, y que la situación de los involucrados ahora es más abierta para el libre ejercicio de su sexualidad por lo que han creado las bases para que la sociedad acepte las diferencias que pueda existir en la sociedad. ¡Oh, esto parece canto de dioses!, pero nuestra cruda realidad es otra.

“Más del 50 por ciento de la población a nivel nacional sufre discriminación por motivo de sus preferencias sexuales, dichos datos fueron obtenidos a través de la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México en el año 2010. Esta situación la padecen más en la política y en las congregaciones religiosas, precisó Ricardo Bucio Mújica, presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación” dicha cita textual fue obtenida del “Periódico y Agencia de noticias Imagen del Golfo”, publicado en Xalapa por Rafaela Sayago el pasado 15 de octubre.
Por otra parte, “Bucio Mújica, presidente del Consejo, señaló que cuatro de cada diez afirmaron no estar dispuestos a permitir que en sus casas vivieran homosexuales”.
Con esta parte de la noticia vemos que la discriminación no está para nada superada, y además vemos la cifra alarmante de las personas que no permitirían a un homosexual vivir en su casa, con ello podemos darnos cuenta cómo la discriminación ha comenzado desgraciadamente desde el hogar, debido a la no aceptación de hijos o parientes con otra preferencia sexual en la familia.

Podemos ver esto día con día, en escuelas, en la calle, con los amigos, y hasta con los primos del amigo, que la mayor parte de las personas que expresan, ante su familia y la sociedad, su sexualidad son muchas veces reprimidos, criticados, mal vistos, regañados, castigados e incluso golpeados debido a que nuestra sociedad que, como muchas otras, no pueden aceptar lo diferente, creemos que todo tiene que ser como es y por lo tanto no permitimos el cambio.


Debemos dar paso a dichos cambios, aceptar lo diferente y apoyarlo, pongámonos a pensar en que no sabemos si en algún momento hemos discriminado o si lo estamos haciendo, a personas con otros gustos. Recordemos que la vida da muchas vueltas, y quién podría asegurar que en un futuro no tengamos a un hijo, un hermano, un primo, o solo un amigo “distinto”, supongo que debido al amor que le tenemos o que le vamos a tener, no quisiéramos que sufrieran y menos por comentarios o acciones de la sociedad ante estas formas distintas de ejercer su sexualidad.

Es momento de crear conciencia, de apoyar a las personas que son discriminadas y por supuesto, el cambio debe comenzar por nosotros mismos, dejémonos de guiar por el código moral arraigado, seamos críticos ante este código, comencemos a poner en una balanza y ver qué daño nos hacen las personas con distinta orientación sexual y el daño psicológico y físico que les causamos a ellos ante comentarios o acciones discriminatorias.

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