martes, 8 de noviembre de 2011

Noticias de discriminación (2)

Denuncian conflictos raciales en Londres


Los habitantes de raza negra del barrio de Tottenham, en Londres, afirman que la Policía se ensaña contra ellos. EFE
  • Reino Unido
Habitantes del barrio de Tottenham señalan que las acciones policiacas afectan más a las personas de raza negra

LONDRES, INGLATERRA (15/AGO/2011).- Bobby, nombre ficticio, esboza una sonrisa cuando habla de la tentación. “Es difícil pasar por delante de un comercio que está siendo saqueado y no llevarse un ordenador que sabes que no te podrás comprar...”. Bobby tiene 24 años. Es negro, abandonó los estudios universitarios –aunque habla de economía y de política con fundamento– y reside en el barrio londinense de Tottenham. Admite que estaba presente en los disturbios que sacudieron el antepasado fin de semana este barrio en el que cualquier joven hablaba de un número 10 que no es el de Downing Street. Así llamaban al centro juvenil al que acudían, que cerró en junio debido al drástico recorte presupuestario.
“Este pillaje no es fruto de un conflicto racial. En Enfield (otro barrio de la capital británica), la gran mayoría de los saqueadores son blancos”.



No es cosa sólo de africanos o caribeños de origen, la comunidad negra que no esconde su furia en Tottenham. Sí es asunto de gente joven, aunque algunos tipos entrados en años también hayan sido filmados por las cámaras en los saqueos. “La gran mayoría son hombres jóvenes, desempleados, alumnos adolescentes problemáticos que piensan que a ellos no les servirán los estudios. Además, ahora están de vacaciones y no tienen dónde ir por la noche”, precisa Berkeley. “Pero lo que más irrita”, prosigue, “son los registros aleatorios que casi siempre afectan a los negros. Porque ahora, además, vienen agentes de otros distritos o ciudades que no conocen a nadie. Ni siquiera a mí, que trabajo con la Policía”.



La crisis económica está causando estragos y los subsidios a los estudiantes y para el transporte se han reducido o eliminado. Pero Berkeley, que se apresura a condenar el vandalismo que vive Reino Unido desde hace cinco días, apunta otra queja muy extendida.
“Las autoridades no nos escuchan ni quieren saber por qué ocurre lo que ocurre. Sólo dicen que el vandalismo no tiene justificación y que los jóvenes implicados en la violencia serán reprimidos”.


La ira es palpable. Un hombre habla furioso a berridos, sin dar su nombre, pero arremetiendo contra la discriminación policial, a tres metros de varios uniformados que vigilan esta calle de Tottenham, muy cerca de la comisaría donde un grupo de mujeres reclamó el pasado jueves, sin éxito, explicaciones sobre la muerte de Mark Duggan, el chispazo que desató la orgía de violencia en Londres.

“Aquí se droga todo el mundo. Pero sólo a nosotros nos detienen. Los ricos también lo hacen, pero no son detenidos. Mira Amy Winehouse. No voy a recriminar a los jóvenes porque ataquen a la Policía y su brutalidad. Si hasta los jueces nos discriminan porque reconocen el slang que hablamos”. El hombre recibe una llamada y corta su retahíla de agravios.
El alquiler de un pequeño apartamento cuesta alrededor de mil euros al mes en este barrio que forma parte del municipio de Haringey, el lugar de Europa en el que más lenguas se hablan –alrededor de 300–, el que sufre el mayor desempleo de Londres y uno de los más elevados de Reino Unido.


Hay niños implicados en los altercados: al menos uno de los detenidos tiene 11 años. La protección familiar se desvanece. A Thomas Johnson, a punto de acabar los estudios de periodismo a sus 24 años, no le sorprende que niños se den al pillaje. “No sería extraño que una madre y su hijo se fueran a robar juntos. Algunas chicas son madres a los 14 años, demasiado jóvenes. El Estado les ayuda y no necesitan padre, y no se les atiende debidamente”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario