domingo, 6 de noviembre de 2011

humillados y ofendidos


"Las personas con capacidades diferentes, que requieren de silla de ruedas para trasladarse, sufren de la falta de cultura vial de la ciudadanía y las autoridades", lamenta Froylán Fernández Moreno, un hombre de 73 años de edad, quien no puede caminar.

Señala que en Oaxaca, no siempre se respetan los accesos a las banquetas y lugares de discapacitados, además de que hacen falta rampas en los edificios gubernamentales y privados, aunque debemos admitir que este no es problema específico de Oaxaca, sino de todo el mundo, aunque en unos lugares menos que en otros.

Dice que muchos gobiernos se han ofrecido para apoyar a los discapacitados, sin embargo, menciona que la oferta se queda sólo en palabras y no trasciende a las acciones.
Denuncia que son víctimas de atropellos por parte de los prestadores del servicio de transporte urbano. Además, cuando cruzan una calle, el camión se les viene encima.

Estas acciones las vemos día a día, personas que se sienten superiores sólo porque no tienen alguna discapacidad humillan, maltratan y hacen mil acciones para demostrar el repudio que sienten hacia estas personas que lo único que hacen es luchar para ganar el derecho a una vida digna y normal igual a la de los demás.

Desgraciadamente esta lucha cotidiana de las personas con capacidades diferentes no es apoyada por las autoridades, las cuales en estos tiempos se preocupan más por las elecciones del 2012 que por los problemas realmente importantes como en este caso brindarles espacios a estas personas para que puedan llevar una vida normal.

Nos falta educación, es tal vez la principal razón por la que llevamos a cabo este tipo de discriminaciones, en las que prefieren “hacer leña del árbol caído” en vez de apoyar a estas personas que muchas veces necesitan ayuda, pero por la apatía de la gente no hace nada por ellos, al contrario les hacen la vida más difícil.

Debemos ser concientes de que nadie está exento de en algún momento tener un accidente y quedar de alguna forma discapacitado, sólo en ese momento cuando la sociedad se comporte indiferente y humillante con ellos veremos lo que es ser discriminado por estas razones y tomar conciencia de lo que sienten estas personas.


Pero, ¿para qué esperar a que esto ocurra?, cambiemos nuestra mentalidad hoy, ayudemos a las personas con capacidades diferentes, y si aún nuestra indiferencia sigue, pues al menos no humillemos a estas personas, no les hagamos la vida aún más difícil de lo que ya es.

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